con la sombra lanzándose hacia el norte, *
un triángulo rectángulo es el porte
de una farola, esfera sin horario.
Se enfrenta inmóvil con el viento a diario.
El sol le arrima, haciéndole la corte,
la eterna compañía de un consorte:
el asfalto sin signo numerario,
sin manecilla que señale la hora.
Con estable querencia se le cruza,
la base del herraje le devora,
un reptil flacuchento que se aguza
y se estira, rotando con demora
su cola rectilínea e intrusa.
© Antonio Macias Luna
Lautaro (Chile), 3/9/2004
*en el hemisferio norte
Se enfrenta inmóvil con el viento a diario.
El sol le arrima, haciéndole la corte,
la eterna compañía de un consorte:
el asfalto sin signo numerario,
sin manecilla que señale la hora.
Con estable querencia se le cruza,
la base del herraje le devora,
un reptil flacuchento que se aguza
y se estira, rotando con demora
su cola rectilínea e intrusa.
© Antonio Macias Luna
Lautaro (Chile), 3/9/2004
*en el hemisferio norte
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